La diferencia que te viste



Desde el principio de los tiempos nos decoramos para trasmitir lo que queremos comunicar; para celebrar o llorar. Primero fue directamente sobre nuestra piel, con colores que tomábamos de la tierra, las plantas, los animales. Decorábamos nuestro cuerpo cuando celebrábamos la lluvia o cuando teníamos que darnos ánimo para cazar algún animal que diera de comer a nuestro clan. Colocábamos plumas, huesos, cuentas de colores que hacíamos con barro, en nuestras cabezas, cuellos y tobillos. 

Nada de esto cambió cuando incorporamos las pieles de otros animales a nuestra indumentaria. Éstas también eran sometidas a tintes y de ellas colgábamos todo tipo de afiches, para distinguirnos.

Hoy en día hacemos lo que queremos con lo que nos cubre (teñimos, decoramos, colgamos, estiramos, cortamos, anudamos), porque a pesar de que en muchas ocasiones nuestra cultura occidental resulta castrante, impositiva y castigadora y que con frecuencia intenta decidir por nosotras/os qué está bien o qué cosas no son las adecuadas para cada situación, no nos olvidemos de que esta misma sociedad, nos permite transgredir las "reglas" y adaptarlas a nuestros gustos y necesidades. Esta es la sociedad y el momento histórico que nos permite la disgresión, la originalidad, la innovación. LA DIFERENCIA

Una vez dicho esto, depende de cada persona decidir si quiere se única y diferente o si por el contrario elige la uniformidad. 
Nadie va a mirarte mal. Y eso es lo mejor!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario